Por eso debemos Extender nuestras manos los Unos a los Otros ... No Con Piedras, y si
con “AMOR , PERDÓN Y SOLIDARIDAD” sin importar los rótulos que tengamos , porque delante del CREADOR TODOS SOMOS IGUALES. Permitamos que a cada día, en NUESTROS CORAZONES SE AVIVE LA LLAMA DIVINA Y LA COMPASIÓN POR NUESTROS HERMANOS.
DISTRIBUYENDO LUZ POR DONDE QUIERA QUE PASEMOS ... SIN IMPORTAR EL LUGAR EN QUE ESTEMOS.
Recordando que : "SOMOS HIJOS DE LA LUZ Y DEL AMOR " ... SOMOS UNO EN ÉL ...
" LA UNIDAD ES NUESTRO DESTINO "
Abrazos de LUZ.
Maria Soledad Piñeiro.
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